Una buena iluminación es fundamental en un proyecto.
Es importante planificarla en función de los usos que le vamos a dar a cada espacio y del carácter que le queramos dar a cada zona. Iluminar no es solamente conseguir tener un determinado nivel lumínico, sino más bien utilizar la luz con diferentes intensidades y en diferentes soportes adecuando cada espacio a su función, creando así distintos escenarios de luz que modificarán cada uno de nuestros espacios interiores. De manera que, no iluminaríamos igual una cocina, donde necesitamos una buena cantidad de luz general, que una zona de escritorio donde necesitamos un ambiente íntimo, poco iluminado, con una luz puntual que nos ayude a concentrarnos. Lo ideal es combinar diferentes encendidos con diferentes tipos de luz y reguladores:
Además, es importante tener en cuenta el tono de luz y la cantidad de iluminación, las fuentes de luz cálida tienden a relajar y hacernos sentir a gusto, mientras que las fuentes de luz fría tienden a estimularnos,.... Así que, iluminar no es conseguir un determinado nivel lumínico, son mucho más matices y atmósferas que puedes crear tan solo con luz, bien empleada. Lamentablemente a menudo, este aspecto del interiorismo ha quedado relegado a un segundo plano y muchas veces se no se le dedica la suficiente atención y presupuesto. A mi parecer una buena iluminación determina, casi es el 50% del éxito de un proyecto.
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AutorMaría Otegui Archivos
Julio 2024
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