Una buena iluminación es fundamental en un proyecto.
Es importante planificarla en función de los usos que le vamos a dar a cada espacio y del carácter que le queramos dar a cada zona. Iluminar no es solamente conseguir tener un determinado nivel lumínico, sino más bien utilizar la luz con diferentes intensidades y en diferentes soportes adecuando cada espacio a su función, creando así distintos escenarios de luz que modificarán cada uno de nuestros espacios interiores. De manera que, no iluminaríamos igual una cocina, con una finalidad funcional, donde necesitamos una buena cantidad de luz general, que una zona de escritorio donde necesitamos un ambiente íntimo, poco iluminado, con una luz puntual que nos ayude a concentrarnos. Lo ideal es combinar diferentes encendidos con diferentes tipos de luz y reguladores:
Además, es importante tener en cuenta el tono de luz y la cantidad de iluminación, las fuentes de luz cálida tienden a relajar y hacernos sentir a gusto, mientras que las fuentes de luz fría tienden a estimularnos,.... En definitiva, hay muchos matices a tener en cuenta a la hora de dar luz a nuestros espacios. Iluminar, como decíamos al principio, no es conseguir un determinado nivel lumínico es mucho más.... y lamentablemente a menudo, la iluminación ha quedado relegada a un segundo plano y muchas veces se no se le dedica la suficiente atención, cuando en realidad, una buena iluminación determina, yo diría, que casi un 50% del éxito de un proyecto. Para mi, cuidar la buena iluminación colaborando con los mejores profesionales en iluminación es una pauta fundamental a la hora de proyectar. |
AutorMaría Otegui Archivos
April 2022
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